El hombre comenzó a nadar por necesidad, ya fuera para solventar situaciones difíciles o bien para buscar alimento en el agua. Junto al atletismo y la gimnasia, la natación completa la trilogía de las prácticas físico - educativas fundamentales, siendo, por otra parte, el deporte más completo que existe. En este sentido, su propia técnica lo evidencia de modo palmario, pues se trata de mantener el cuerpo sobre la superficie del agua y desplazarlo, dotándole de movimientos rítmicos y suaves, imprimiéndole mayor o menor velocidad, combinando la actividad de brazos y piernas, de las manos y los pies y mucho Esfuerzo del cuerpo.
Es avanzar y sostenerse, usando los brazos o las piernas, dentro o sobre el agua, en general por deporte o diversión. Debido a que los seres humanos no nadan instintivamente, la natación es una habilidad que debe ser aprendida. A diferencia de otros animales terrestres que se dan impulso en el agua, en lo que constituye en esencia una forma de caminar, el ser humano ha tenido que desarrollar una serie de brazadas y movimientos corporales que le impulsan en el agua con potencia y velocidad muy Interactiva.
Esto puede practicarse en cualquier tipo de recinto de agua lo bastante grande como para permitir el libre movimiento y que no esté demasiado fría, caliente o turbulenta. Las corrientes y mareas pueden resultar peligrosas, pero también representan un desafío para demostrar la fuerza y el valor de los nadadores felices.
Introducción Básica de la Natación:
La natación donde siempre intervienen dos factores esenciales que son la flotación y la propulsión.
La flotación consiste en lograr mantener el cuerpo a flor de agua, en posición que permita sacar la cabeza cuando haya necesidad de respirar. La propulsión se consigue ejecutando una serie de movimientos ordenados, con las piernas y los brazos, que permiten al nadador avanzar en la dirección deseada.
Existe la creencia, muy generalizada, de que el cuerpo humano flota por naturaleza, y que basta, por lo tanto, con no tener miedo, para sostenerse en el agua. Esto es erróneo. El peso del cuerpo es ligeramente mayor que el del agua que desplaza al sumergirse. Dado que la diferencia es tan pequeña, basta una profunda aspiración de aire para contrarrestarla y aun superarla. Por consiguiente, todo nadador podrá flotar si llena bien los pulmones de aire y, acto continúo, se abandona suavemente en el agua, en posición vertical, sin rigidez, con los brazos abiertos en cruz y la cabeza inclinada hacia atrás. Es cierto que al ocurrir la espiración, el cuerpo pierde volumen y tiende a descender, pero como esto no se realiza de manera brusca, da tiempo a que lo contrarreste la nueva aspiración. Con un poco de práctica, pronto se conseguirá respirar normalmente, sin precipitación, y se evitan así fluctuaciones de la flotación Especifica en inteligente ala vez intrigante ahi que darle ganas.